miércoles, 17 de julio de 2013

Primeros paseos



Nuestro bosque
Sueltos por el bosque


Es tremendo las caminatas que se pegan estos tres, yo estaba
convencida de estar en  un estado de forma envidiable, con este 
tipo que tengo y la agilidad de la que hago gala a todas horas,
pues va a ser que de fondo no estoy muy allá, acabo todos los
días arrastrando la lengua por los caminos y deseando llegar a la
furgoneta para que nos vayamos para casa.
Me comentan que me vienen muy bien estos paseos para adquirir
confianza en mi misma y para socializar, pero si os digo la verdad
a mí lo que me provocan es un cansancio inmenso y un hambre 
atroz, me como una ración casi tan grande como la de Yako y
aun así no he engordado ni un kilo.


Oliendo las hierba
Aprendiendo a buscar rastros


Lo de pasear estaría genial sino fuese por lo de la correa, no me 
agrada la sensación  de ir atada y no poder escaparme como un
relámpago ante un ruido extraño o una situación que se salga
de lo que yo considero normal.
Lo hice en una ocasión, lo de escapar, y se ve que entre el
susto que se llevaron y la extraordinaria tarea que resultó el
convencerme de que en estos casos lo mejor para mi era que
volviese a su lado y me dejase poner de nuevo el collar y la
correa, ahora han decidido cambiar los útiles de paseo por
otros mas seguros de los que no consigo escabullirme.



Paseando por el bosque
De paseo


Por lo que me cuenta Yako y lo que voy observando en los otros
perros he llegado a una conclusión, el truco de los paseos está  en
realizar constantes y largas paradas con el pretexto de olisquear
aquella piedra de allí o arañar un poco esa tierra de por allá.
Yo todavía no se, en concreto, que es lo que hay que buscar,
pero estoy segura de que en cuanto lo huela, lo voy a saber porque
yo soy así, muy de seguir rastros... me sale de dentro.
Con respecto a lo de escaparme os voy a contar una cosa,
se pasa muchísimo mas miedo sola que en compañía.



Yako descansando
Yako también se cansa




viernes, 5 de julio de 2013

Nuevas normas

Ruty y sus juguetes
Jugando con lo que encuentro


Yo ya sospechaba que las normas siempre van a ser las mismas
pero considero que cuando se llega a una casa nueva, una debe 
de experimentar y dejar suelta a esa aventurera que todas
llevamos dentro, el truco consiste en observar el semblante
que se les pone para saber si les ha gustado mucho o poco
y eso si, siempre poner cara de " yo no he sido ".


Destrozando mis juguetes
Me han pillado


Ruty y Yako en casa
Que buenos somos!!


A ver si alguien me lo puede explicar, cuando a la hora del
desayuno dejan sobre la mesa un bizcocho recién horneado
y a una perrita con el estomago vacío,¿que es lo que se esperan?
¿que les pinte una acuarela?¿y por qué me miran con esa cara?
si solo me he comido mi parte, la otra mitad, que supongo será
de Yako no la he tocado...
Ahora ya sé que lo está sobre la mesa no es para nosotros
por muy rico que huela.
Un caso aparte es lo de la correa, me lo pintan como si me
hubiesen comprado un regalo, ayyy que equivocados están,
un regalo tiene que parecerse mas a medio kilo de solomillo
o a un fin de semana en la montaña, una correa no es mas
que un incordio.
Correas ya me he comido tres, dos mías y una de mi compañero.
Yako me ayuda también con estos temas, trata de convencerme
de lo inútiles que son mis esfuerzos mordiéndolas y cortándolas
si luego no tengo pensado marcharme a ningún lado,si es que
en el fondo aquí no se está tan mal.


Ruty agotada,durmiendo
Estoy agotada...

Otro problema es lo mucho que me esta costando entender la sutil
diferencia que existe entre mis juguetes y lo que no es un juguete.
Uno de mis entretenimientos preferidos es destripar la colchoneta
de Yako pero he observado que cuando ya esta muy rota, la mía
pasa a ser de su propiedad mientras yo vuelvo a mi vieja manta.
En fin, trataré de sacar conclusiones, aunque no os prometo nada
que a mi esto de las conclusiones lo que mas me provoca es sueño.